viernes, 24 de septiembre de 2010

Resaca

Dolor de cabeza, dolor de las articulaciones, estómago revuelto, ganas de vomitar, cansancio extremo, sed, mal sabor de boca. Qué malas son las resacas de lo mojitos que hace mi amiga S. Y qué bien sienta no tener que ir a trabajar.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Como una perra

Tengo muy buen olfato. A pesar de haber fumado durante años, tengo el sentido del olfato súper desarrolado. Así que cuando consiga dejar de fumar, voy a ser algo así como una perra, olfativamente hablando, claro.

La mayoría de mi recuerdos tienen que ver con los olores. Muchas emociones o sentimientos están relacionados con un olor. Por ejemplo, recuerdo la casa de mi abuela, y como olía cada habitación.Cuando huelo a menta fresca, me vienen a la mente recuerdos de la infancia. Y cuando abrazo o beso a alguien a quien quiero, cierro los ojos y le huelo. Ya sea amigo, tía o novio.

Además, el gusto está relacionado con el olfato, por eso quizá me gusta tanto comer, porque también noto mucho más los sabores. Bueno, de alguna manera tengo que excusar a mi apetito...

El caso es que en general, es un gustazo oler tan bien. Pero en ocasiones, tener tan buen olfato es muy molesto, por ejemplo cuando a tu hermano le hulen los pinreles. Ayer por las noche cuando llegué a casa me tumbé en el sofá, pero no aguanté ni 5 minutos porque no soportaba el olor de los pies de mi hermano. Aunque yo le digo que ciertamente es libre de no usar productos específicos para este problema, su libertad acaba donde empieza la mía, así que debería usarlos, para no perjudicarme a mí, y revolverme el estómago cada vez que se quita el calzado. Pero él se lo toma a coña, porque dice que apenas le huelen, que sólo se los huelo yo por mi súper sentido, pero que el resto de mortales no sienten que le huelan los pies. Así que me tengo que joder, que yo los huela no es suficiente.

Otra de las molestias de tener tan buen olfato, es la obsesión por la higiene personal. Es decir, que a la mínima que mi cuerpo desprende algún olor, yo lo noto mucho. Son olores que los demás no notan, pero yo en cambio me siento incómoda.

Muchas veces he pensado que deber de haber alguna forma de aprovechar este súper sentido, pero no se me ocurre ninguna. ¿Sabéis de alguien que se gane la vida con su nariz? Lo de catadora de vinos no vale, porque para aprender hay que gastarse mucho dinero que no tengo.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Mujer blanca, soltera, busca

Un poco de alegría.

Reconozco que tengo buenos amigos. Aunque en la amistad lo que cuenta es la calidad, tengo cantidad y calidad. Porque de casi todas las etapas de mi vida, colegio, instituto, diferentes trabajos, facultad, conservo a alguien. Evidentemente, no a todos los veo con la misma asiduidad, ni tengo la misma confianza, ni todos son amigos, hay muchos que más bien sólo son colegas, pero sí tengo una buena agenda de la que tirar si lo necesito. Aún así, a veces me siento sola. Aunque vea casi a diario a P o a M y los sienta como una segunda familia. Aunque casi todas las semanas vea a unos o a otros. Incluso aunque a veces me agobie por la cantidad de compromisos y planes que tengo, en ocasiones me siento sola. Porque, entre todas las personas que se han cruzado en mi vida, jamás he encontrado a la horma de mi zapato. Y es que me gustaría encontrar a alguien con las mismas ganas, la misma ilusión y el mismo entusiasmo a la hora de hacer las cosas que tengo yo. Alguien que me supiera dar lo que yo necesito, que no es más que lo que doy. Alguien que me siguiera el rollo. Esto es, que no me siento correspondida. En casi todas mis relaciones, siento que yo doy más. Estoy un poco cansada de ser la “alegría de la huerta”, de ser la “piedra angular de mi grupo de amigos de la infancia” por ejemplo, de ser la lianta…

Algunas personas me dicen que yo les transmito alegría, y que estar conmigo, siempre es divertido y agradable, porque hago sentir bien a quien tengo alrededor. Pues mi pregunta es: ¡¿y a mi quien me transmite esa alegría?!¡¿A mi quien me alegra?!

Joder, a veces pienso que la mayoría de gente es una sosa, que no saben disfrutar de la vida, que no la viven con pasión. ¿Sois conscientes de que sólo tenemos una vida? A veces creo que no. Tengo 26 años. Y entre todos mis amigos me va a ser difícil liar a alguien para salir de marcha el sábado. Y digo salir de marcha. No cenar y tomar una copa tranquilamente. No, me refiero a salir a bailar, cantar hasta quedarme afónica, reírme, lo que se dice correrse una juerga…Claro que cada uno se divierte de manera diferentes, y no para todos una juerga consiste en eso, ¡pero es que he dado con las personas más tranquilas de tierra!

Esto es una generalización, evidentemente tengo amigas/os muy divertidos, con los que siento una gran conexión, y realmente hay equilibrio entre lo que doy y lo que recibo. Personas que seguro me seguirían el rollo este sábado, con quien me lo pasaría genial si saliéramos, pero claro, a veces no hay tiempo, dinero, oportunidad para vernos…

En fin, quizá esta entrada os parezca un poco rara, quizás penséis que soy una egocéntrica. Pero lo único que quiero es un poco de alegría a mi alrededor, alegría que no tenga que emanar de mi. Quiero a alguien que me gane en sentido del humor y en ganas de vivir, así me darán un poquito de lo que yo he perdido.

Así que si eres una persona inquieta, divertida, apasionada y entusiasta, por favor, adóptame.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Paqui y el médico buenorro

Prometí que si aprobaba el examen del día dos contaría la anécdota de Paqui, y aunque no ha sido así, voy a hacerlo.

Corría el verano del 2003, yo estaba haciendo las prácticas en una radio local (no, no siempre he estudiado derecho). Una mañana, al sentarme en mi sitio, noté cierto dolorcillo en el culete, concretamente en el orificio de salida (o entrada). Como justo ese día estrenaba tanga, pensé que el problema era que me venía pequeño y me estaba haciendo daño con la tira.

Al salir de las prácticas me fui al apartamento que tiene P en la playa a pasar el fin de semana con él. En cuanto llegué le enseñé mi pequeño problemilla, y aunque P aún no era enfermero, enseguida reconoció el problema:

- ¡Nena, tienes una almorrana!
Y la bautizamos como, la Paqui.

Me puse una crema, pero cuando llegó el domingo Paqui me seguía molestando mucho, y antes de volver a casa pasé por el hospital. Para la exploración me tuve que poner en posición fetal, pero yo no soy pudorosa, los médicos son médicos. Lo chungo del caso es que me la tenían que rajar para sacarme el coágulo. Yo pensaba que con una cremita estas cosas se curaban pero no, en mi caso no. Y lo peor no era la rajita si no la anestesia, porque le tengo pánico a las agujas, así que el hecho de que me pincharan, y encima en el culo, pues no me hacía gracia. Pero en fin, aguanté. Todo fue muy rápido, pinchazo, bisturí, rajita en la almorrana, y para casa. El médico me dijo que pasado unos días fuera al médico de cabecera para ver que había evolucionado bien.

Así que pasados esos días, fui al ambulatorio. Mi médico de toda la vida es un señor encantador, y tengo mucha confianza con él. Pero cuando estaba en la sala de espera, el que me llamó a consulta no fue mi médico de cabecera: fue un chico joven, altísimo, guapísimo, un tío buenorro. Me impactó, era mmuy guapo, y la primera imagen que se me pasó por a cabeza era la de nuestros cuerpos desnudos fornicando encima de la camilla. Y la segunda fue lo que realmente iba a suceder: me tendría que tumbar con el culo en pompa y enseñarle a Paqui. Así que cuando entré y me preguntó qué me pasaba empecé a toser.

- (tos)(tos), no sé doctor, hace unos días (tos) que me duele aquí.
Mientras me acariciaba los pechos.

Nooooooooooooooooooooo, no fue así. Eso es lo que pensaba hacer, pero al final le dije la verdad.

- Vale, pues túmbate en la camilla en posición fetal.

Mientras me desvestía pensaba en Paqui, y en lo poco sexy que tenía que resultar verla, con la de partes del cuerpo que le podría enseñar al médico…

Evidentemente, yo estaba de espaldas a él, pero escuchaba sus pasos hacia mi. De repente noté como sus dedos separaban mis nalgas, y…noté el tacto de su piel….¡en los labios mayores de mi vagina!…¿Perdón? Creo que Paqui está más para arriba…La cosa duró apenas unos segundos. Enseguida se fue para su sitio, diciéndome que todo estaba bien.

No sé si es verdad que noté lo que noté, o fue producto de mi imaginación, pero el caso es que me puse muy cachonda. Después de vestirme, y ya más relajada, estuve un rato hablando con él sobre las almorranas, me contó que no tienen un origen claro, que pueden salir por la alimentación, por cambios de peso…

En fin, jamás he vuelto a tener noticias de Paqui, ni del médico buenorro. Las pocas veces que voy al ambulatorio, espero que sea él el que me atienda, pero no, mis labios vag…ais…mis ojos y los suyos jamás volverán a encontrarse.

martes, 14 de septiembre de 2010

Quiero ser más puta

Antes de explicaros porqué quiero ser más puta, os doy las gracias a todos los que comentasteis mi anterior entrada. Es un gustazo recibir vuestros consejos y mensajes de ánimo. Próximamente os explicaré lo que pasó el viernes con X, pero ahora estoy de buen humor, así que no me apetece. Hoy voy a hablaros sobre lo que pasó ayer cuando fui a la corrección del examen que suspendí para llorarle un aprobado al profesor.

Pasó que sigo suspendida. Y es que no me atreví a pedirle que me aprobara. Cuando me enseñó el examen, y me explicó lo que estaba mal, sólo fui capaz de darle un par argumentos a favor del aprobado relacionados con el examen. Uno de ellos me sirvió y me subió unas décimas, pero aún así el examen estaba suspendido. Y cuando llegó el momento de apelar a su clemencia y suplicar caridad, fui incapaz. Estaba suspendido, y punto. Así que fui incapaz de pedirle que me aprobara por la cara, por aquello de que he ido a clase, de que el plan viejo se extingue y de que tengo que trabajar…Ni le puse caritas, ni hice pucheritos, ni saqué escote. No pude, me daba vergüenza, fui incapaz de rebajarme. Así que le di las buenas tardes, y me marché.

Cuando salí a la calle casi me doy de cabezazos contra la pared. ¿Porqué?¿Porque no seré más puta?¿Porqué no podré echarle morro? Como dice mi amiga N , los principio y el orgullo no se comen, y tampoco aprueban exámenes.
Joder, si me había preparado el discursito y hasta había ensayado las caras delante del espejo…Puede que incluso el profe estuviera esperando el momento de súplica, y que si lo hubiera hecho me aprobara. Pero ya nunca lo sabré. Lo que sí sé es que tengo que volver a matricularme.

Mecagüen los valores y en quien los inventó, me cago en la vergüenza, en el orgullo y en la sensatez. Yo quiero ser una caradura, quiero ir por la vida sin vergüenza, echarle morro, no tener escrúpulos, quiero ser más puta.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Tengo miedo

En un hora he quedado con X. Desde que lo dejamos no nos hemos vuelto a ver y tenemos temas pendientes de los que hablar. Además me tiene que dar el cd de la boda de los amigos que se casaron, otro cd con todas nuestra fotos, que era él quien guardaba en su ordenador, y básicamente, decirnos hasta siempre. Yo no quiero que salga de mi vida, espero que con el tiempo podamos ser amigos, aunque no de salir de copas cada sábado, sí por lo menos saber de vez en cuando que está bien, y seguir apoyándolo en lo que pueda. Pero eso ya es otro tema. Primero pasar el duelo, luego ya veremos.

El caso es que he quedado con él, y aunque por una parte me siento preparada para despedirme, con cariño, sin rencores, tengo miedo. Tengo miedo de dar un paso atrás, de que al verlo se me encoja el estómago, de que me duela decirle adiós. Y sé que pasará. Lo sé. Sé que será muy difícil verle hoy. Pero tengo que hacerlo. Nos lo debemos. No quiero que mi último recuero de él esté empañado por una tarde discutiendo, por las lágrimas que vertí. Me siento como un cerdo que va al matadero. Sé que lo voy a pasar mal. Pero es lo que toca.

Y como una no es tonta, después he quedado con P para ahogar las penas, y este finde me voy con unos amigos a casa de uno de ellos, de barbacoa y de piscineo. Hay que cuidarse el corazón. Y yo cuido el mío rodeándome de gente, intentando no pensar.

Espero que paséis un buen fin de semana. Yo comeré, beberé, me bañaré y tomaré el Sol. No está nada mal para pasar el luto, ¿no? ;)

martes, 7 de septiembre de 2010

¡Ayuda!

Finalmente he suspendido el examen que hice el día 2. Bueno, técnicamente sólo he suspendido la segunda parte de este, pero había que aprobar las dos. Así que he decidido ir a “llorarle al profe”, por aquello de que quien no llora no mama. Nunca lo he hecho, y no sé si podré o más bien, si sabré.

Además de intentar rascar puntos en la segunda parte del examen, estos son los argumentos para que me apruebe.
- Primera parte aprobada, y la segunda casi aprobada (si es que rasco puntos)
- Asistencia e interés en las clases (lo de la asistencia es verdad, lo del interés es subjetivo).
- Extinción del plan antiguo. Aquí le pondré un poco de drama, y como en las clases se le veía el plumero de ser “rojillo y progre”, le comentaré mi necesidad de trabajar, y lo complicado que me sería seguir mis estudios en el plan nuevo.

No se me ocurre ningún argumento más, porque en verdad creo que si suspendes un examen, suspendes y punto. Pero en fin, hay que sobrevivir. Y si tengo que ir en contra de mis ideas/principios, pues “ciao, pescao”, prefiero aprobar.

En, fin, algo me dice que no va a funcionar, creo que estas cosas sólo les pasan a los demás. O que nisiquera ocurren, que son leyendas urbanas, pero…hay que probar.

Por otra parte, ¿Se os ocurre algún argumento más que no tenga que ver con mi garganta y su pene? ¿Me podéis dar algún consejo para ser convincente?

Soy toda ojos

sábado, 4 de septiembre de 2010

Cariiiiiii

Trabajo en una empresa gestionada con el pito, y así va, a pique. Para tener el puesto asegurado sólo tienes que llevar falda y escote y llamar a todo el mundo "cari". (la c sería un poco g, así, como si vomitaras). Así es, han despedido a muchísima gente porque ha bajado la faena, excepto a gente del departamento de niñasconescotequenosabenhacerlaoconuncanuto, más conocidas como "las Caris".

Ayer me reuní con mi jefa, y me dijo que sobraba gente de mi departamento. Es cierto, sobramos dos porque cierran mi edifició. Hasta ahí, normal. Pero adémás me dijo que seguramente sobraría alguien más porque en el departamento de niñasconscotequenosabenhacerlaoconuncanuto hay mucha gente parada, y si no entraba faena para ellas, pues podrían cubrir nuestro puesto. Es decir, prefieren echarnos a nosotras, que sabemos hacer el trabajo, no creemos que sea un trabajo "de segunda" y tenemos un sueldo normalito, antes que echar a alguien del departamento de las Caris, que cobran todas un pastizal, son unas incompetentes, y además para ellas hacer nuestro trabajo será como rebajarse.

En fin,me joderá un montón que me echen justo ahora, pero por otra parte, no puedo evitar reírme sólo de pensar en que una de las Caris va a hacer nuestro trabajo. Me encantaría verlas por un agujerito, ver como "se rebajan" y como se vuelven locas cuando haya picos de faena. Porque mi trabajo no es complicado, pero cuando entra mucho hay que respirar hondo y ser resolutivo. Y la verdad, las Caris son de todo menos resolutivas.

Y nada, si me echan, aprovecharé para darle un empujón a la carrera, no hay mal que por bien no venga. Por cierto, me voy a poner a estudiar. Que paséis un buen fin de semana.

jueves, 2 de septiembre de 2010

¡Toma, toma y toma!

Estoy de subidón. Vengo de hacer un examen y me ha ido bien. La verdad es que era muy fácil, en Junio fue mucho más difícil. Pero menos mal, porque me han faltado horas de estudio, ya sabéis lo poco que me cuesta perder el tiempo, y pensaba que iba a suspender. Bueno, aún no sé seguro la nota, pero espero que sea un aprobado.

Si no apruebo, haré algo que nunca he hecho: ir a "llorarle" al profe y suplicar clemencia. Conozco gente que haciéndolo ha conseguido que el profe se apiadara y les aprobara por aquello de haber ido a clase y participar. Es algo que parece que en una univeridad pública con clases abarrotadas se supone que no importa, pero al final cuenta para bien.

Es decir, si pasas de todo y no vas a clase, nadie te lo va a tener en cuenta para mal,sólo tienes que aprobar el examen. Pero si eres de los de sentarse en primera fila, de los que hace preguntas y de los que intenta responder las del profe, yo creo que tienes mucho ganado porque algunos profes lo tienen en cuenta para bien, y si suspendes de rasqui te aprueban "por la actitud". No todos, pero creo que algunos sí, y espero que el profe de hoy sea de esos, y si me faltan décimas, lo compense el hecho de haber ido a clase, aunque participar, lo que se dice participar, poco. Además, también espero un poco de manga ancha porque el plan viejo se extingue y los que queremos ser licenciados, y no graduados, vamos pillados de tiempo.

En fin, que sea como sea, espero poder olvidarme ya de esta asignatura...porque como dicen en mi pueblo: materia aprobada, materia olvidada....
Pfff, vaya tela...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Tardes perdidas

Comer, fumar un cigarro, hacer una llamada, mirar el blog, mirar el correo, contestar un sms, ver las noticias, depilarme, devolver una llamada, descansar la vista, fumar otro cigarro, beber algo, darse amor, ducharse, leer otros blogs, repasar la agenda, borrar sms antiguos, repasar las cosas importantes del curro para el día siguiente, comer algo más, fumar otro cigarro, ordenar el cuarto, navegar por internet, ver quien hay en el messenger, volver a mirar el correo.

Cualquier cosa es más urgente que estudiar

Hazme una camada, mono

Esta mañana de camino al trabajo me he encontrado un gupo de chicos vestidos como para hacer footing. Creo que he escuchado esto:

chico 1: mira esa, qué guapa.
chico 2: joder, qué pelazo, parece un perro
chico 3: pues vaya perro, yo le hacía una camada


¿Cómo que parezco un perro?¿Qué perro tiene una larga melena rubia-castaña clara, lisa y sana? Que nadie se meta con mi pelo que es lo que más me gusta de mi, cagüentó.

Vale, lo de guapa me ha gustado, a primera hora de la mañana, con las ojeras de no haber dormido por los nervios de los exámenes, me ha subido la autoestima.

Desde aquí, agradezco a los obreros/chicos/hombres que piropean a las mujeres por la calle. A mi me incomoda muchísimo, pero qué bien sienta.

La verdad es que el episodio de esta mañana no es muy agradable (por lo del perro), pero cuando vas por la calle y alguien te dice algo, aunque en el momento pienses "capullo, que te jodan", pues oye, luego te deja un regustillo de satisfacción.

Así que hoy, a pesar de mis 3 kilos de más, mi flotadorcillo, mis tobillos gordos, mi celulitis, mi flacidez, mis pechos feos, mi encía grande, hoy me gusto.